El Euríbor podría comenzar a caer de manera significativa en junio.
Desde que comenzó el año ha quedado claro que el ritmo y el calendario de los recortes de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales serán clave para los mercados y la evolución de los principales índices de referencia, incluido el Euríbor, por supuesto.
Los mercados financieros han suavizado sus expectativas de recortes de tipos desde principios de 2024. En nuestra opinión, esto es algo que tenía que ocurrir, y por primera vez en mucho tiempo, las expectativas del mercado se alinean bastante con las nuestras. Hace tan sólo unas semanas, los mercados descontaban el primer recorte de tipos por parte del BCE en abril y un total de 150 puntos básicos de recortes hasta finales de año. Sin embargo, la idea de que la «recta final» de la lucha contra la inflación será probablemente difícil, la mejora de los datos de actividad, que parecen indicar que lo peor para la economía de la eurozona ha quedado atrás y se encamina hacia la recuperación, y la retórica más bien agresiva de los miembros del BCE, y su temor por que la inflación resurja con más fuerza si empiezan a bajar los tipos antes de estar seguros al 100% de que los precios se han estabilizado, ha llevado a los mercados a reajustar sus expectativas sobre los recortes de tipos.
El retraso de las expectativas sobre los recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo ha llevado a una subida del Euríbor a un año, principal referencia para fijar el tipo de interés de los préstamos hipotecarios. Así, el Euríbor rompió en febrero su racha bajista y cerró el mes pasado en el 3,671% de media, superando ligeramente el valor de enero. En lo que llevamos de marzo el índice ha seguido su marcha al alza, llegando a superar el 3,75% en valor diario esta misma semana.